La pandemia hay traído tantas cosas negativas que ya no dan ganas ni de pensar. Durante el transcurso de la cuarentena se ha detectado un gran aumento de personas, especialmente jóvenes, que han tenido que asistir a citas psicológicas y psiquiátricas ya que el encierro los ha afectado notablemente. Para el 2020 el índice de suicidios fue bajo, pero en el primer trimestre del 2021 ya van más de 708 personas que se han quitado la vida ya sea por ansiedad o depresión.

Ni que decir de los divorcios, cada día en aumento ya que las parejas no han logrado soportar estar tanto tiempo juntos. Lo que ha causado ataques de ira al punto de agresiones mortales. De ello se han reportado más de 4.385 ataques hacia la mujer por parte de sus maridos con ira irracional para el 2020, mientras que en el 2021 ha bajado índice producto de no tener que estar encerrados.

Unido a lo anterior, se han detectado trastornos de estrés que, aunque no han sido altos,
han ido incrementando ya que muchos estudiantes o universitarios sufren con las clases
virtuales, argumentan que están cansados, agotados con la multiplicación de los trabajos; esto afecta su mente, haciéndolos entrar en desespero.

Finalmente, en jóvenes y adolescentes se ha aumentado la cantidad de casos de ansiedad, expertos creen que esto es producto del estar viendo su juventud encerrados y haciendo trabajos que a veces no tienen ni sentido. Les causa desespero no estar disfrutando de su juventud, de sus amistades. Pasan mucho tiempo solos y esto les deprime, esto en visible en las publicaciones en redes sociales. Y si a ello sumamos los problemas intrafamiliares, obviamente los casos de ansiedad aumentan y se convierten en una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier instante.

Frente toda a esta problemática el Estado ha sacado diversos programas de ayuda a personas que estén pasando por momentos difíciles y que necesitan hablar. El colegio también nos brinda este acompañamiento, por eso quienes se sientan incluidos en las cifras que he mencionado antes, contactemos a la psicorientadora escolar quien nos podrá orientar.

Finalmente, aprendamos a tomar la vida con tranquilidad, las cosas pasan, la pandemia también.

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